HTC Desire: análisis
La joya de la corona. El Desire no es sólo el smartphone de referencia en el catálogo actual de HTC, sino uno de los que mejor marcan el paso dentro de la incipiente flota androide. Con permiso del mismísimo Nexus One, con el que comparte el 90% de su ADN: pantalla AMOLED de 3,7 pulgadas, procesador Snapdragon a 1 GHz, cámara de 5 megapíxeles... En el porcentaje restante encontramos algunas diferencias a mejor y también varias a peor. Sin ser muchas, eso sí, dan lugar a dos teléfonos similares pero distintos en última instancia.
Lucas Laó.- Tantas son las similitudes entre el Desire y el Nexus One de Google, que el primero bien podría haber sido lo que la firma hubiese querido hacer del segundo, pero sin estar la firma de Mountain View de por medio (más allá del sistema operativo, claro).
HTC Desire |
Hipótesis aparte, ya desde su presentación en el último Mobile World Congress de Barcelona quedó claro que el Desire era el as bajo la manga de HTC para este año, frente a apuestas más sencillas como el Legend, un modelo muy continuista del Hero. Como siempre, vayamos desmenuzando punto por punto lo que este smartphone tiene que ofrecernos.
Tonterías, las justas
El diseño del Desire es muy funcional, sin grandes alardes estéticos ni nada que le haga atraer más miradas de lo usual en un teléfono de formato tableta y relativamente delgado (sus dimensiones completas son de 119 x 60 x 11,9 milímetros). Posee una "barbilla" inferior para albergar los botones, aunque es muchísimo menos inclinada que la que calzan el Hero o el Legend. Y a diferencia de este último, no es de diseño "unibody".
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Es decir, en lugar de fabricarse a partir de un único bloque de aluminio, el Desire sigue el esquema habitual en muchos teléfonos: un marco frontal reforzado y una tapa trasera a medio camino entre el plástico y la goma, en cuya parte superior se asoma el objetivo de la cámara, sin ningún tipo de protección.
En el lateral izquierdo hay un control de volumen; arriba están el botón de encendido y apagado y la salida universal de auriculares, y en la parte inferior se aloja un puerto micro-USB para la recarga de la batería y la transferencia de datos.
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Aunque no tenga muchos lujos, es un teléfono bastante compacto y cómodo de sujetar, algo a lo que ayudan la ligerísima inclinación de la parte inferior y la adherencia de la tapa trasera. Además, su peso se queda en 135 gramos, bastante contenido teniendo en cuenta que incorpora una pantalla de tamaño considerable.
El tamaño importa
Como no podía ser de otra forma en un teléfono de este tipo, la pantalla es la gran protagonista. Y tenemos que darle un sobresaliente tanto por su calidad como por su solvencia al interpretar las órdenes de nuestros dedos. Las virtudes de la tecnología AMOLED (en materia de brillo, colores y ángulo de visión) se complementan a la perfección con las 3,7 pulgadas de diagonal y los 480 x 800 píxeles de resolución de esta pantalla táctil "capacitiva".
El teclado QWERTY virtual del Desire tiene un generoso tamaño, aunque nos vuelve a faltar una tecla dedicada a la letra eñe. |
Cuanto más grande, mejor. Y lo decimos porque, en lo que a nivel de sensibilidad se refiere, la pantalla del Desire no es muy distinta a lo que vimos en el Legend. Pero su mayor tamaño la hace más precisa y manejable. Baste decir que el teclado QWERTY virtual del HTC Desire es de los pocos cuya comodidad se puede comparar a la de un teclado físico (en modo apaisado, claro), pues el tamaño de las teclas juega muy a su favor para que desarrollemos velocidades de escritura muy altas.
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Además, al gozar de más potencia gráfica que el citado Legend, este Desire posee una respuesta más rápida a nuestras pulsaciones. Y toda la interfaz trabaja a un ritmo sensiblemente más veloz, semejante a lo habitual en un iPhone. El resultado de todo esto es una experiencia de usuario bastante redonda, aunque en el siguiente apartado también hablaremos de algunos puntos mejorables.
HTC Sense a toda pastilla
La interfaz de este Desire es la misma que ya vimos al analizar a su primo-hermano Legend. Es decir, siete pantallas principales (que podemos previsualizar en una sola y en forma de miniaturas cuando realizamos el gesto de pinza sobre cualquiera de ellas) en las que colocar widgets e iconos a nuestro gusto. La principal novedad, como adelantamos arriba, está en la mayor fluidez y velocidad de todas las transiciones y efectos gráficos. Y también en la presencia de algunos nuevos.
Como siempre, desde la pantalla de bloqueo podemos acceder a los controles multimedia, en el caso de que tengamos alguna reproducción iniciada o pausada. |
A la izquierda, una de las pantallas principales de HTC Sense; a la derecha, la vista resumida con las siete pantallas principales que pueden previsualizarse en miniatura. |
Sucede, por ejemplo, con los fondos vivos de Android 2.1. En el Legend estaban capados por cuestiones técnicas (capacidad gráfica, básicamente), pero en este Desire los tenemos a nuestra completa disposición. También podemos optar por fondos fijos o usar capturas de la cámara, por supuesto, aunque a decir verdad el uso de los fondos animados no compromete para nada la soltura gráfica del terminal ni su rendimiento con aplicaciones.
A la izquierda, el widget de información meteorológica a pantalla completa; a la derecha, una combinación de tamaños intermedios para el widget Friend Stream (en el que uno puede aglutinar actualizaciones de Facebook, Twitter y Flickr) y el de la bolsa, y para el reproductor musical de Android. |
Metiéndonos de lleno en los widgets, su misión y forma de organización es la misma de siempre. Suelen servir para acceder a aplicaciones, pero mientras que unos son sencillos iconos de acceso directo, otros se presentan en forma de paneles de tamaño variable (normalmente hay dos o tres opciones de tamaño para cada uno) y muestran información actualizada antes de que arranquemos la aplicación por completo.
Problemas con los widgets de YouTube y Facebook justo después de actualizarlos. |
Poco podemos decir a estas alturas sobre las virtudes de la interfaz HTC Sense, ya trabaje como en este caso sobre Android 2.1 o sobre versiones anteriores como Cupcake o Donut. Ahora bien, hemos encontrado un par de fallos para nada previsibles y que tienen que ver con algunos widgets y sus últimas actualizaciones disponibles en Android Market. Particularmente, nos ha pasado con los widgets de YouTube y Facebook.
En un principio funcionaban a la perfección, pero el teléfono nos informó de sendas actualizaciones para ambas, y tras instalarlas comenzaron los problemas: el widget de YouTube era incapaz de mostrar los vídeos recomendados, quedándose perennemente con el mensaje "Cargando". En el caso de Facebook, el widget directamente desapareció, dejando en su lugar un mensaje de error (mal redactado, para más inri).
Nada que no se solucione reiniciando el teléfono, pero al fin y al cabo éste es un fallo que no debería producirse en un terminal de las características -y el precio- del Desire. Esperemos que Google y HTC lo solucionen lo antes posible.
Moviendo widgets por la pantalla del Desire. |
La forma de mover los widgets también es la de siempre. Cambiarlos de sitio es tan fácil como dejarlos pulsados un instante para luego trasladarlos a otra celda (o incluso a otra pantalla), y si queremos eliminarlos no hay más que arrastrarlos hasta la zona inferior de la pantalla. Para agregar nuevos widgets, tenemos a nuestra disposición un menú que los aglutina por categorías.
Pestañas de "Programas" y "Notificaciones". |
Si sólo queremos agregar los que vienen en formato icono, resulta más rápido hacerlo desde la ficha "Programas", que nos muestra todas las aplicaciones disponibles en formato cuadrícula. Se trata de una pestaña que aparece desde la parte inferior al pulsar en el botón virtual de la esquina inferior izquierda. La pestaña "Notificaciones", que informa del progreso de descargas y algunas tareas pendientes, aparece desde la parte superior y se convoca arrastrando el dedo de arriba a abajo.
Controles contextuales, a los que se accede pulsando la tecla "menú". |
Por el momento, estamos describiendo acciones que se pueden hacer desde la pantalla, pero tampoco hay que olvidarse de los botones de la parte inferior: la tecla con el icono de la casa (para volver a la pantalla central o mostrar las siete pantallas en miniatura), la tecla "menú" (que activa acciones contextuales), un "trackpad" óptico central como sistema de control alternativo a la pantalla (el Nexus One, en cambio, usa la clásica bolita) y una tecla que integra la vuelta atrás y la función de búsqueda (también contextual, pues lanzará un tipo de búsquedas u otro en función de lo que estemos haciendo con el teléfono en ese momento).
Página principal de las escenas "Sociedad" y "Viaje". |
Por último, tenemos las escenas de HTC Sense. Es decir, configuraciones por defecto para las pantallas principales en función de perfiles de uso identificados por nombres como "Trabajo", "Juego" o "Viaje". Como siempre, podemos personalizar cada escena a partir de la plantilla propuesta, y el cambio de una a otra apenas toma unos segundos.
Derroche de potencia
Pantalla aparte, son elementos como el procesador y la memoria los que dan el do de pecho en el Desire. La presencia en sus entrañas de un chip Qualcomm Snapdragon QSD8250 y de memorias ROM y RAM de 512 y 576 MB (un pelín más en este último caso que el propio Nexus One) dan como resultado un rendimiento excelente que apenas se atraganta. Incluso trabajando en multitarea.
Vídeo: navegando por los menús del Desire | |
Lástima que en HTC no sean muy dados al almacenamiento integrado, pues le hubiesen venido de perlas al menos unos 8 ó 16 GB para almacenar nuestros archivos. En lugar de ello, deberemos recurrir a la acostumbrada ranura microSD interna (hay que retirar la tapa y la batería para manipular la tarjeta), que acepta modelos de hasta 32 GB. Al menos, HTC suministra el terminal con una tarjeta de 4 GB en la caja.
HTC Desire |
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En el lote de tecnologías inalámbricas no falta casi nada: Wi-Fi y HSDPA a 7,2 Mbps para Internet; Bluetooth 2.1 con perfil A2DP, y GPS integrado. La buena noticia sobre este último es que, por fin, ya tenemos en España las rutas en tiempo real -indicaciones de voz incluidas- de Google Maps Navitagion. Lo hemos podido probar en trayectos de ida y vuelta entre Sevilla y Cádiz, y su rendimiento ha sido en general satisfactorio.
Tener un Desire con una tarifa de datos asociada significa tener un navegador GPS bastante capaz en el móvil. |
Establecimos una ruta que nos evitase además pasar por ningún peaje, y lo cierto es que el trazado seleccionado fue bastante acertado, con la excepción de algunos rodeos derivados de cortes en varios tramos que están actualmente en obras (y de las que Google Maps aún no tiene noticia). Se echan de menos, eso sí, las indicaciones de carril que sí tiene Nokia en sus Ovi Maps (su gran rival), muy útiles para anticiparnos sin lugar a equívocos a la hora de salir o incorporarnos a una vía determinada.
Se trata de un software GPS bastante completo, con modos para coche y peatón, la posibilidad de mostrar capas adicionales (gasolineras, restaurantes, aparcamientos...) e interactuar en algunas ocasiones con las fotos panorámicas de Google Street View. Conviene señalar, no obstante, que su uso supone un duro golpe para la autonomía de este Desire: unas dos horas de navegación por carretera, con la pantalla siempre encendida, se comen casi el 80% de la batería.
HTC Desire |
En cuanto a su comportamiento en las llamadas, no le hemos encontrado ninguna pega en la nitidez del sonido, aunque es de suponer que nuestros interlocutores no nos oirán tan bien como con un Nexus One, que cuenta con un sistema de cancelación de ruido con doble micrófono, prestación ausente en este Desire. Tampoco disponemos de videollamadas, a no ser que uno use aplicaciones de terceros como Fring.
¿Y qué hay de soporte ofimático? Pues de momento es algo que en Android sólo está cubierto a medias, gracias a la suite QuickOffice y al lector de PDF. Y decimos a medias porque, para editar documentos, hay que descargar alguna aplicación de pago en Android Market. Con Google Docs, a través del navegador web, podremos consultar nuestros documentos guardados e incluso editar en parte las hojas de cálculo, pero nada más. De momento.
Internet en la palma de la mano
El navegador web del Desire es exactamente el mismo que el que vimos en el Legend. Es decir, encontramos las mismas opciones (zoom multigestual, soporte Flash para vídeos de YouTube en una ventana aparte, previsualización de páginas en modo ventanas...) y un buen nivel en el detallismo y "renderizado" de las páginas.
Tres vistas distintas de la portada de QUESABESDE.COM con el navegador web del Desire. |
Pero, ¿qué sucede cuando el mismo software trabaja en una máquina más potente? Pues básicamente que mejora la velocidad de trabajo. No tanto en la carga de las páginas, que es algo que depende más de otros factores, como en la soltura de las transiciones laterales, los acercamientos, los alejamientos y el "scroll" vertical. En otras palabras: llegar a la parte de la página que nos interesa y visualizarla bien es algo que se consigue bastante rápido en este Desire.
Previsualización de páginas en ventanas y vídeos incrustados de YouTube. |
A todo esto se le añaden funciones secundarias como la búsqueda de palabras dentro de una página o la selección de texto, con la posibilidad de copiarlo o buscarlo directamente en la Wikipedia, el traductor o el diccionario de Google.
Proceso de selección de texto en el navegador web: primero hacemos una pulsación prolongada, luego levantamos el dedo para que aparezcan dos iconos que acotan la zona seleccionada, y finalmente movemos cada icono para remarcar la frase o frases exactas que queramos. |
A este respecto, aprovechamos la ocasión para señalar una errata que cometimos por despiste en el análisis de Legend. Si uno deja un dedo pulsado sobre un texto, activará la selección, surgiendo un recuadro que va recorriendo las palabras a modo de lupa, resaltándolas en verde. Cuando probamos esta misma función en el Legend, pensamos que sólo podíamos seleccionar palabras sueltas o párrafos enteros. Craso error. Tras la pulsación inicial, sólo hay que retirar el dedo un instante para luego poder seleccionar más palabras.
Entre el resto de funciones para Internet, encontramos un cliente de correo electrónico con una configuración tan poco compleja como de costumbre (y compatible con prácticamente cualquier cuenta de e-mail que podamos tener), programas y widgets para redes sociales (YouTube, Facebook y Twitter, pudiendo integrar estas dos últimas en Friend Stream junto con Flickr) y la descarga de aplicaciones de Android Market (van unas 50.000, y sumando, aunque no todas son compatibles con el Desire). Poco más se puede pedir.
Algunas flaquezas multimedia
Siguiendo con la comparación con el Legend, la cámara de este Desire ofrece los mismos resultados y características: 5 megapíxeles de resolución con autoenfoque y flash integrado, con una calidad óptica suficiente -aunque tirando a baja- en aquellas situaciones en las que la luz ambiental acompañe. Sólo hay un añadido: la detección de rostros. A decir verdad, eso sí, no hemos notado ninguna mejora sustancial cuando retratamos a personas.
HTC Desire |
La grabación de vídeo ofrece una calidad similar, aunque también aquí encontramos un pequeño añadido respecto al Legend: la posibilidad de grabar en formato panorámico con 800 x 480 píxeles y 15 fotogramas por segundo (fps), en lugar de los acostumbrados 640 x 480 puntos y 30 fps. En general, tanto en las fotos como en los vídeos suelen aparecen manchas blanquecinas en la imagen, como si la escena estuviese cargada de una leve niebla (o como si el camarógrafo siempre estuviese fumando, que no es el caso).
Tampoco hay ninguna mejora reseñable en la reproducción musical. La compatibilidad de formatos es la misma (MP3, AAC, WMA, AMR, OGG, MID, WAV) y la calidad de sonido a través de los auriculares alcanza un nivel correcto, ya estemos usando el reproductor o escuchando la radio FM. El altavoz integrado es algo más potente, sin llegar en cualquier caso a ofrecer la calidad suficiente como para amplificar canciones en la intimidad del despacho o el dormitorio.
Las cosas cambian a mejor en la reproducción de vídeo (en MP4, WMV y 3GP). No es que el Desire sea un derroche en materia de 3D, pero la aceleración gráfica se hace notar.
HTC Desire |
Algo similar sucede con los videojuegos. No se llega quizás al nivel de los títulos más espectaculares que nos podemos descargar en el iPhone, pero uno prueba por ejemplo la demo de "Winds of Steel" (un simulador de vuelo ambientado en la Segunda Guerra Mundial) y se encuentra con un apartado gráfico más que decente para tratarse de un móvil.
Autonomía con brillo
En cuanto al rendimiento de la batería de de 1400 mAh del Desire, volvemos a insistir una vez más en lo que ya dijimos del Legend: la autonomía es de unas 24 horas con una carga media de trabajo y la conexión de datos siempre activa. Lo mismo que en cualquier otro smartphone, con la diferencia de que en éste contamos con una pantalla de brillo superior.
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Esto dejará de ser una ventaja competitiva para el Desire a medida que las pantallas AMOLED acaben por sustituir completamente a las LCD, como poco a poco van haciendo muchos fabricantes de telefonía. Pero de momento es un punto a favor para éste y otros smartphones de HTC, tanto si uno opta por tener el brillo al máximo como si lo reduce un poco para estirar algo la duración real de la batería.
Teléfono para rato
Siempre es aventurado hacer este tipo de afirmaciones en un sector tan cambiante como el de la telefonía móvil, pero lo cierto es que uno puede hacerse con este HTC Desire y no aburrirse de él durante un buen tiempo (su precio libre es de unos 500 euros, aunque ya lo financian Orange y Vodafone). Y lo decimos porque está lo suficientemente equipado como para que ningún futuro lanzamiento lo deje en evidencia durante bastantes meses.
Tiene aspectos mejorables como la cámara, pero en general es de lo más potente y fluido que uno se puede encontrar hoy día en el universo de los smartphones y en particular en la oferta de dispositivos Android. ¿Preferible al Nexus One? Con la hoja de características en la mano, puede que sí. El problema está en el inevitable retraso con el que el Desire recibirá las actualizaciones de software más importantes respecto al teléfono oficial de Google.
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Sin ir más lejos, Android 2.2 (alias Froyo) ya está llegando a los Nexus One, pero terminales como el Desire van a tener que esperar un poco más. Cuestión de preferencias. Ayudaría, eso sí, que no se repita la historia del Hero y su actualización a Android 2.1, algo tardía debido a los retrasos de última hora.
Nota: las tarjetas de memoria que aparecen fotografiadas en este artículo han sido cedidas por SanDisk como parte de un acuerdo publicitario alcanzado entre esta compañía y QUESABESDE.COM.
http://www.quesabesde.com/noticias/htc-desire-analisis,6_6484
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