"WhatsApp" es un juego de palabras que viene de "What's up", una frase coloquial inglesa que significa "¿Qué pasa?", y "App", la abreviatura -también inglesa- para "aplicaciones". Puesto que su pronunciación dista de ser sencilla para un hispanohablante, las variantes de su nombre abundan:
Wazap, Wassap, Wassup, Whatsap, Whazap, Whatssup, Uasap, Guasa, Uassa...
Es gratis. Más o menos.
Este es quizá el punto más importante. Para algunos terminales, WhatsApp no cuesta nada. Al cabo de un año de uso, sin embargo, el programa requiere que te registres para seguir funcionando. El precio de la suscripción anual es realmente ridículo: dos dólares al año.
Más el gasto que hagas de Internet en tu móvil, claro, porque WhatsApp es una aplicación que requiere tarifa de datos para enviar y recibir mensajes. Pero vale la pena: el ahorro que supone compensa con creces el gasto en datos, que a fin de cuentas también sirve para navegar y bajar apps.
Está en todos los móviles.
WhatsApp está disponible para los principales sistemas móviles: iPhone, Android, BlackBerry, Windows Phone y Symbian. Resulta sorprendente la ausencia de un cliente universal para móviles Java, aunque esto quizá se deba a las limitaciones de los móviles de gama baja.
Una pregunta recurrente es si existe WhatsApp para Windows o para el Escritorio. Las respuestas apuntan a que esto no se hará realidad a corto ni a medio plazo, aunque si es cierto que Windows 8 será capaz de ejecutar apps de Windows Phone, entonces será posible tener WhatsApp en el ordenador... o quizá hasta en la tableta. Si tienen tarjeta SIM, claro.
No hace falta añadir amigos: ya están ahí.
Si tus amigos ya están en tu agenda de números de teléfono, WhatsApp los pondrá en su lista de contactos automáticamente. Obviamente, solo los amigos que tengan a su vez WhatsApp podrán recibir tus mensajes y contestar. A los que no estén les podrás invitar con un SMS.
Cuando tus amigos no están conectados (por tener el móvil apagado o fuera de cobertura), WhatsApp almacena los mensajes en el servidor y espera a que conecten para enviárselos. Puedes saber si les han llegado contando el número de marcas verdes al lado de tu mensaje: si son dos, lo ha recibido; si solo hay una marca, el mensaje está en el servidor.
A su chat no le falta nada (seguridad, quizá)
Con WhatsApp puedes hacer chat de grupo (magnífico para quedar con amigos), enviar imágenes, notas de audio y hasta compartir tu ubicación. El mayor inconveniente es que no permite llamar usando la tarifa de datos, cosa que sí permiten hacer otras aplicaciones. Además, no usa cifrado, con lo que es posible que tus mensajes sean interceptados y leídos si te conectas desde una red pública.
Pero... ¿hay alternativas a WhatsApp?
Por supuesto que hay alternativas, y todas ofrecen algo que WhatsApp no tiene, aunque tampoco son igual de sencillas de usar. Las más fuertes son:
- Skype para móvil, que sí permite hacer llamadas de voz vía WiFi y 3G. Cuenta con una base de usuarios amplísima y con sus tarifas de telefonía VoIP las llamadas tradicionales te pueden salir mucho más baratas.
- Nimbuzz, útil para hablar con amigos que usan el PC, pues conecta con varios servicios de mensajería, como Messenger o Google Talk. También permite hacer llamadas vía conexión de datos. Y tiene versiones para escritorio.
- Palringo, la menos conocida, pero no por ello la peor. Con Palringo puedes chatear con amigos que están en Messenger, ICQ, QQ u otros protocolos, así como enviar mensajes de voz, imágenes y coordenadas geográficas.
- Viber es un contrincante directo de WhatsApp. Permite efectuar llamadas de voz vía 3G o Wi-Fi y usa la agenda del móvil para añadir contactos automáticamente.
- Tango es el único de esta lista capaz de hacer vídeollamadas. Pasar de vídeo a voz, y viceversa, es tan fácil como pulsar un botón. Y no hay que darse de alta para usarlo.
Para mayor información puedes visitar http://blog.whatsapp.com/
Fuente: http://onsoftware.softonic.com