Hoy volvía a ver mi camino recorrido en el último sueño, en el viaje por espacios ya caminados, compartí con gente que ya partió al mundo espiritual, y está en compañía de dios.
Es extraño cuando en lo profundo de nuestra mente, nuestros visores, se convierten en proyectores de nuestros sueños. Sí, nuestros ojos al estar dormidos, se mueven cual ola en un lago, van develando los recorridos que nuestra mente hace, conectando eventos del pasado, con eventos del futuro, con cosas que desconocemos o que hemos olvidado. Extrañados compartimos la riqueza de nuestro cerebro.
Nuestra mente puede simular lo que desee, y todo lo hace en base a recuerdos, a nuestra memoria, a los hechos que se suceden en el momento en nuestro entorno. Muchas veces quedamos fascinados de lo que sucede, otras veces nos despertamos abrumados por escenas que no deseamos se vuelvan a repetir.
Todo sucede en instantes, son relámpagos que nos llegan, cual tormenta eléctrica.
Serán los sueños los pasos que ya hemos dado, o serán el reflejo de nuestras tormentas diarias, o serán premoniciones de nuestro futuro.
A la fecha al pensar en nuestros sueños, tenemos mas preguntas que respuestas, muchos de ello los olvidamos al despertar, otros se quedan por algún tiempo con nosotros y otros realmente nunca los olvidamos.
Es extraño que aun soñando, dentro del sueño, podamos recordar otros sueños, y muchas veces son recurrentes.
Muchas incógnitas de nuestras vidas consiguen respuestas a través de un sueños, y eso ocurre sin darnos cuenta de ellos.
José Hernández
03/05/2011