Por un lado entran bits, y por el otro salen láminas de celulosa con mensajes impresos. Hace falta echarle mucha imaginación para hacer que un objeto tan prosaico, manido y utilitario como la clásica impresora 2D llame nuestra atención, pero el japonés Mugi Yamamoto lo ha conseguido sobradamente con su Stack.
Esta impresora no recurre como prácticamente cualquier otro modelo a la clásica bandeja para almacenar folios, sino que va alimentándose de columnas enteras de hojas de papel en un proceso que casi hasta parece orgánico. Es un diseño llamativo como pocos, pero la novedad de la idea no es realmente lo más importante; lo genuinamente interesante de Stack es que gracias a su sistema de alimentación resulta mucho más portable y fácil de cargar, de forma que sería ideal para su uso en oficinas móviles.
Por ahora Stack no es un modelo de producción. Todo lo que tiene Yamamoto en sus manos es un prototipo conceptual, pero tras meses de trabajo, ha comenzado a buscar compañías dispuestas a perfeccionar su técnica y crear un modelo comercial. Por lo que a nosotros respecta, bienvenida sea cualquier idea que introduzca algo de originalidad en el mundano mercado de las impresoras.