Posted: 16 Jan 2011 05:18 AM PST
Si hubiésemos matado un gato como sacrificio inaugural para fundar este sitio, o si hubiésemos roto un espejo durante la celebración, hoy terminarían los 7 años de mala suerte. Sin embargo no hubo tal sacrificio ni rotura de espejos, a menos que contemos lo que pasó con el Plátano cuando lo hicimos viajar en el tiempo. Tampoco han sido 7 años de mala suerte sino a la inversa, los mejores años de mi vida. Por eso este post, que hago todos los años, es como un Te Deum, un dar gracias por que me tocó vivir esta aventura llamada CHW.
Me gusta empezar las historias como San Juan: “En el principio era el Verbo”. Pero esto no es un evangelio, porque ese verbo era “echar la talla” o “matar el tiempo”. Con ese propósito tan inocente y tal vez irrelevante echamos a rodar una bola de nieve sin saber lo que se nos venía. Pero es la verdad, en un principio era un hobby, una chacota, un pasatiempo, y a medida que lo fuimos perfeccionando se fue convirtiendo en lo que es hoy.
¿Cómo se hace un CHW?
Muchas personas me han pedido consejo para entender cómo se hace un CHW. Yo creo que es como preguntarle a un surfista cual es la fórmula para que salga una ola perfecta: yo no provoqué esto, sólo logré equilibrarme en una plataforma inestable que fue la masificación de la web en Chile y en América Latina. Otros surfistas hicieron el mismo ejercicio y, de ellos, muchos siguen todavía en el tema. El Antro, que fue el Wikileaks de la PSU cuando Wikileaks aún no se inventaba, sigue más fuerte que nunca y se ha formado una empresa a su alrededor. MadboxPC, Tarreo y Portalnet conservan su salud, y esos son sólo casos llamativos, pero en realidad hay cientos o miles de comunidades pequeñas y medianas, menos conocidas que las mencionadas, que sobreviven contra viento y marea.
Paralelamente, otros se han ido disolviendo o cayendo en el abandono: Frag, Zoomby, y parece que hasta Overclockers según leí en el foro. Es por lo mismo que el ejemplo del surfista: la tabla no tiene motor. Puede estancarse y hasta hundirse. Puedes empujarla pataleando por un trecho, pero no hay cómo inventar una ola de la nada.
Pensándolo bien, estuvimos muchas veces a punto de hundirnos. Muchas veces a punto de tirar la toalla y decir: “no tenemos tiempo, no tenemos plata, no vale la pena seguir con este hobby”. Ocurrió cuando el gordo chanta nos borró el sitio, cuando no podíamos encontrar ni menos pagar un hosting decente, cuando nos hackearon, cuando accidentalmente borré la base de datos, o cuando nos volvieron a hackear, o cuando nos hackearon y nos borraron el sitio por completo, o en cualquiera de las ocasiones en que hemos tenido que rogar, llorar, arrastrarnos, amenazar y adular para conseguir piezas antes de su lanzamiento y publicar a la par de los sitios más importantes de la prensa tecnológica mundial. Respecto a esto último, nuestra lucha que empezó por la formación de una comunidad, prosiguió hacia la generación de material propio y que mereciera ser linkeado por otros sitios, y continuó con la internacionalización de CHW.
Durante el 2008, sin embargo, luego de pasar mucho tiempo obsesionados con la necesidad de dotar a CHW de una fuente energética que no fuera simplemente nuestro empuje, solucionamos el problema asociándonos con FayerWayer para dar forma a lo que hoy es Betazeta. Han pasado dos años desde que empezó el proceso de fusión y no ha sido fácil. De hecho puedo apostar a que hoy es todavía más fuerte el arraigo hacia CHW, como comprobamos con la broma del día de los inocentes. Tal como ninguno de nuestros lectores querría que se perdiera el ambiente y el tono que hemos cultivado, nosotros también decidimos arrimarlo a un árbol lo suficientemente sólido como para que perdurase indefinidamente.
Hoy Betazeta es una empresa que da trabajo a más de 50 personas entre comerciales, computines, administrativos y periodistas. Desde esa última testera es que les escribo actualmente. Significa que los 7 años dirigiendo CHW no fueron simplemente matar el tiempo y escribir por hobby, sino aprender a gestionar los contenidos que luego leerán millones de personas. Mis compañeros de colegio y universidad hicieron magìsteres, MBA y doctorados. Yo no entendì sino hasta hace muy poco que el camino recorrido en CHW no había sido una pérdida de tiempo dedicada a un hobby, sino también una especie de postgrado que no se dicta en ninguna otra parte. Uno que me trajo a la posición que ocupo hoy, y el hecho de trabajar en lo que hace 7 años era un hobby.
Confio en que a Betazeta le queda mucho por crecer y que en ese crecimiento CHW seguirá siendo parte sustancial. Hoy estamos logrando grandes cosas gracias al equipo comercial, al punto que -si no me equivoco- cubrimos los costos de operación. Obviamente la idea es tener, por encima de eso, utilidades en el ejercicio.
Lo que se viene
Hay otros desafíos que van más allá de tener más gente trabajando o generar utilidades. Si solo se tratara de eso, entonces administrar una red de contenidos sería igual que regentar una panadería. En la práctica, tenemos muy claro que nuestro desafío para el 2011 es entregar a nuestros lectores una plataforma más rápida y más estable, una que aguante los peaks de tráfico sin tirar errores 502, y que cargue en menos de 10 segundos en el peor de los casos. Esto lo hacemos teniendo muy presente que un sitio lento no es agradable de navegar, pero también que Google está tomando en cuenta el factor velocidad para el ordenamiento en los resultados de búsqueda. Si Wikipedia se pone lento, va a salir en la segunda página: así de dura se ha vuelto la vida.
En las próximas semanas vamos a anunciar grandes cambios a nivel de infraestructura, uno que nos pondrá a jugar en las grandes ligas, uno que nos hará dar el salto a un ambiente en donde podremos atender al doble y al triple de visitantes sin degradar nuestro performance. Paralelamente, con mis propias manos, trabajando codo a codo con la gente de IT hemos ido optimizando los blogs (y el foro) para mejorar la carga, minimizar requests y hacer mejor uso de los mecanismos de caché. Esto se ha hecho a prueba y error y nos ha costado caídas y cuelgues, pero hemos avanzado. Esta es la información de Pingdom antes y después de las optimizaciones.
En la práctica ahora empeoró un poco porque le añadí los scripts que permiten el soporte de Tapatalk, una aplicación para iPhone, Android, Blackberry y Symbian con la cual ahora se puede navegar el foro de CHW más comodamente. Tendré que re-optimizar.
Tenemos claro que este año 2010 no crecimos tanto como debiésemos haber crecido. Terminamos el año casi con el mismo tráfico inicial porque el sitio anda lento y el foro se cae. Lo tenemos más claro que nadie, porque de hecho es lo que le da de comer a mi hijo (eso y los turnos extra de mi señora). Por lo mismo, el 2011 tenemos que romperla el doble de lo que originalmente proyectábamos. Tenemos que explotar y agarrar otra buena ola y para eso le meto fàcil 18 horas diarias a los sitios. El viaje siempre enseña y gracias a eso he aprendido mucho sobre wordpress y vbulletin. No es una experiencia estéril, sino que llegará el día en que pueda aplicarla a oros problemas y otros tiempos. Pero volviendo al tema del crecimiento, aunque tuvimos un 20% más de tráfico que el 2009, el 2010 terminó igual como terminó el 2009. Producto de inestabilidades de la plataforma, o la velocidad de carga y características menos que óptimas para la indexación nos trajeron a esto, pero al menos sirvió para tomarle el peso a la relevancia de este factor que siempre habìa sido postergado.
Hace minutos reflexionaba sobre la BlackBerry de un usuario la cual sufría la extraña dolencia de que no podía navegar en Opera Mini, aunque quedaba descartado de plano que fuera un problema de falta de conexión ya que bajaba correo como siempre. Luego de jugar un poco con los permisos de las aplicaciones y observar que no habían cambios, recordé 
El punto de todo esto es que me hizo recapacitar sobre uno de esos hechos que por su cotidianeidad difícilmente nos ponemos a analizar: Nunca apagamos el móvil. No sólo mi amigo usaurio que no quiere molestarse ni en apagar Windows XP; nunca he sabido de alguien en la actualidad que lo haga, nos vamos a dormir y el celular queda prendido, y me arriesgaría a decir que a menos que requiera quedarse conectado al cargador en la mayoría de los casos duerme debajo de la almohada de su dueño/a. Seguramente la radiación electromagnética hace soñar en colores.
Pero es posible que me equivoque, y aún exista mucha gente que religiosamente apague su teléfono antes de caer en los brazos de Morfeo. Ustedes me dirán, de a poquito y sin amontonarse, qué hacen con la pieza de tecnología avanzada que más tiempo pasa a su lado cuando llega el momento de babear la almohada.
