Hoy, la competencia es feroz en el mercado, en especial entre los pequeños negocios. Muchos comercios manejan las mismas mercancías, y los sitios de ventas a través de Internet están creciendo y acaparando más clientes.
Además, los consumidores de hoy están mucho mejor educados; saben que cuentan con una variedad de opciones cuando deben decidir dónde gastar su dinero.
Lo que realmente hace la diferencia entre tu comercio y la competencia es tu atención al cliente. Puedes hacer de tu local, un lugar al que los clientes siempre desearán volver y que recomendarán a otros. Tu servicio al cliente y tus habilidades de comunicación son la clave para lograrlo.
Hay una variedad de maneras en que puedes mejorar tu reputación y hacer que los clientes deseen comprar en tu negocio, en lugar de hacerlo en otro local. Aquí te explicaremos las siete principales. Síguelas, son clave para conseguir el éxito:
1. Satisfacer a cada uno de tus clientes
Asegúrate que cada cliente que entra en tu negocio salga satisfecho. No debe existir nada más importante que un cliente. Las tareas de depósito, la nueva vidriera, las tareas administrativas, todas pueden esperar, pero no hagas esperar a un cliente.
Recuerda: un cliente nunca debe ser visto como una interrupción.
2. Dejar tu vida personal en casa
No debes permitir que tu humor personal afecte la manera en que tratas a un cliente. Todos esperan ser atendidos rápida y cortésmente. El cliente que entra en tu negocio no tiene idea de tus problemas o alegrías fuera de la tienda, y no debiera ser capaz de notarlo en el trato que le des.
Como dice el dicho: "Es siempre hora de show en el piso de ventas". Siempre debes dar a todos y cada uno de sus clientes tu mejor show.
3. Saludar a todos tus clientes
Sin importar si el negocio está lleno o hay poco movimiento, todo cliente que entra debe ser recibido con al menos un simple "Hola" o “Buen día” y –mejor aún- con un “Bienvenido”.
De este modo, conseguirás dos cosas: la primera, le permites saber que hay alguien que puede asistirlo; segundo, le demuestras que estás contento de que haya entrado a tu negocio.
4. Deja que el cliente tenga su espacio
Todos tenemos una cierta medida de "espacio personal" que necesitamos para poder sentirnos cómodos. Algunos clientes van a ser muy amigables y abiertos desde el principio, mientras que otros se sentirán incómodos si tratas de acercarte demasiado.
5. No lo interrumpas
No debes interrumpir al cliente mientras habla. Independientemente de cuán ansioso estés para exponer ese aspecto que sabes que el cliente va a adorar, espera hasta que haya terminado de hablar.
No olvides que cuando el cliente está hablando, el cliente está comprando.
6. Adapta tu estilo al cliente.
Un tono más relajado, más sencillo puede ser apropiado para algunos clientes, mientras que otros responderán mejor a uno más formal. Un gran vendedor no tiene solamente un estilo.
7. Muéstrale toda la mercadería
Debes tener siempre presente que lo que importa es lo que los clientes quieren, no lo que a ti te gusta o piensas que es mejor. Tu gusto puede diferir del de tus clientes.
Escucha a tu cliente y ayúdalo a elegir el producto que mejor se adapta a sus necesidades, no a las tuyas.
Fuente: Entrepreneur