Criptodivisas
Una criptomoneda
a grandes rasgos, es una combinación de algoritmos matemáticos con
protección criptográfica traducidos a software computacional. Tal
protección puede ser traspasada teóricamente pero se necesitaría una
capacidad de cómputo mucho más alta que la ofrecida por todos los
servidores de Google funcionando a toda su potencia, por lo tanto el
coste se eleva por las nubes. Además, las criptomonedas son creadas
únicamente a través de medios electrónicos en procesos conocidos como Minado o Extracción de bloques, en las que participan múltiples entidades computacionales conocidas como Mineros. Cada
uno de ellos aporta en mayor y menor medida su capacidad de cálculo
para resolver el bloque dado, esto lo explicaré con más detalle en la
segunda entrega de este artículo. Finalmente por su naturaleza de
intercambio, no se requiere ningún tercero para aprobar la compra/venta/intercambio
de la criptodivisa como comúnmente sucede con los bancos, ya que
actualmente con el sistema bancario al realizar un pago por cualquier
cosa que se adquiera se consulta si el cliente cuenta con saldo
disponible y luego se procesa dicho activo hacia la entidad receptora
del pago en cuestión, dejando huella del movimiento realizado, lo cual
quita tanto tiempo como confidencialidad porque es ampliamente conocido
que cualquier transacción controlada por un tercero puede ser capturada
con más facilidad que si lo hacemos de persona a persona (un término
mejor conocido como Peer to Peer (P2P)).
En comparación con el dinero que usamos comúnmente llamado Dinero Fiduciario
que está respaldado únicamente en la confianza que los gobiernos tienen
por sus divisas, las criptomonedas tienen un límite claro, establecido
en las respuestas a las premisas ¿cuantas podrán existir? y ¿en cuánto
tiempo se terminarán de crear todas las monedas? Manteniendo una Inflación Controlada. Mientras
que las instituciones bancarias generan un aumento inflacionario en los
estados donde operan, haciendo uso del crédito con dinero que no
existe; es decir, los bancos crean dinero de manera artificial basados en la especulación de pago sobre los créditos concedidos por ellos, una regla conocida cómo Expansión Monetaria; Mientras tanto los países determinan el valor de las divisas con el esquema mencionado anteriormente.
La
más importante característica de las criptodivisas contra el dinero
fiduciario radica en que ninguna persona, organización o instituto
controla la producción de la moneda en cuestión:
Namecoin.
Quark.
Bitcoin.
Litecoin.
Peercoin.
Dogecoin.
Worldcoin.
Megacoin.
La
única diferencia aparente es la aceptación que tienen en el mundo real o
en tiendas en línea para realizar el intercambio de bienes y servicios.
En
contrapartida, este tipo de bienes monetarios han sido (y por lo visto
seguirán siendo) objeto de múltiples controversias. En primer lugar la no regulación de la moneda
hace que pueda ser objeto de intercambio por bienes ilícitos tales
como: bienes robados, datos confidenciales, drogas, armas, etc… sin que
estas transacciones sean registradas por ninguna entidad ni gobierno. De
la misma manera las criptodivisas tienen la capacidad de blanquearse
por sí mismas y mediante el mismo procedimiento de extracción se pierde
la información pública del último usuario que la utilizó.